EL ALMA SE ME FUE
El alma se me fue de madrugada
ansiosa de horizontes de quimera,
y a solas me ha dejado con la espera
de que pronto retorne escarmentada.
Sin ella -lo confieso - no soy nada,
y las sombras me cercan por doquiera;
con ella el infinito es una esfera
fácilmente alcanzable y sosegada.
La noche con sus potros de negrura
ha invadido mi estancia con inquina;
mas unos pasos oigo en la espesura,
que anuncian su retorno, y en la esquina
de mi casa la siento. Yo la llamo
y ella responde, presto, a mi reclamo.
Juntos nos abrazamos sin demora,
y ella descansa en mi interior ahora.