El haiku es la esencia del poema, que brota en un instante. |
INTRODUCCIÓN GENERAL
Conocer el haiku o haikús, poema japonés por excelencia, fue para mí todo un descubrimiento, un encuentro con la esencia de la belleza del poema. Ello fue gracias al libro Haikus clásicos. La mejor poesía japonesa, editado por Tom Lowestein (2007), regalo de un amigo y compañero de Facultad. Y desde entonces empecé a estudiar y cultivar este jardín tan sutil y delicado, cosechando, creo, algunos frutos estéticos. Ya he publicado algunos en un libro titulado Haikus de media tarde (Zumaya, Granada 2011). Otros muchos, aún inéditos, los tengo en mi alforja y los iré dejando aquí paulatinamente, junto a los que van surgiendo con el devenir de los días, como éste, que acabo de componer, dedicado a Granada:
Conocer el haiku o haikús, poema japonés por excelencia, fue para mí todo un descubrimiento, un encuentro con la esencia de la belleza del poema. Ello fue gracias al libro Haikus clásicos. La mejor poesía japonesa, editado por Tom Lowestein (2007), regalo de un amigo y compañero de Facultad. Y desde entonces empecé a estudiar y cultivar este jardín tan sutil y delicado, cosechando, creo, algunos frutos estéticos. Ya he publicado algunos en un libro titulado Haikus de media tarde (Zumaya, Granada 2011). Otros muchos, aún inéditos, los tengo en mi alforja y los iré dejando aquí paulatinamente, junto a los que van surgiendo con el devenir de los días, como éste, que acabo de componer, dedicado a Granada:
Para el que la ama
Granada es una joya
de plata y agua.
Como puede observarse a primera vista, el haiku en español consta de 17 sílabas distribuidas de modo armonioso (5-7-5), aunque el japonés precisa mejor y no habla de sílabas sino de moras o sonidos básicos, que a veces vienen representados gráficamente por una sola letra, como es el caso de la "n". La palabra "Nihon" (Japón en español) nos puede servir de ejemplo, ya que tiene dos sílabas: Ni-hon, y sin embargo contiene tres moras : Ni-ho-n.
El haiku es lo que podíamos denominar una poesía de mínimos expresivos, pero de máximos estéticos y poéticos. Juega con dos imágenes distintas, pero hábilmente conexas entre sí, que vehiculan el mensaje del poema. La primera imagen inicia el discurso, preparando y orientando el ánimo del lector, al que deja expectante, mientras que la segunda lo termina, cargándolo de sentido estético. Valga como ejemplo el siguiente haiku tomado de mi libro antes citado:
[1ª] Llega la noche
[2ª] cuando muere la tarde
desangrándose
El primer verso (primera imagen) anuncia la llegada de la noche, algo que se repite todos los días; pero los dos siguientes versos informan de que de muere de un modo sublime, al rojo vivo, rojo de sangre.
Para terminar citaré a Matson Bashó (s. XVII), quizás el más famoso de los poetas nipones, quien lo define así: "Haiku es simplemente lo que está sucediendo en este lugar y en este instante precisos". Lugar que para nosotros puede ampliarse a espacios espirituales, situados en el sentimiento o en el alma de las personas. El haiku es la vida, es un evento identificable geográfica o emocionalmente, que el poeta capta, vive y trasmite a los demás de una manera que, aunque de dimensiones minimalistas, siempre es sublime.
¡Cuantos haikus aguardan escondidos en las cosas y en la vida esperando que un poeta los convierta en palabras! |