1.- ROSA ENAMORADA.
El aire está enamorado
de una rosa tempranera.
La rosa bebe los vientos
por el aire de la sierra.
Le dijo a la rosa el aire:
si quisieras,
te llevaría conmigo
donde la luna me espera.
Pero la rosa del tallo
se sentía prisionera.
Te dejaré mi perfume
- dijo la rosa con pena -
para que con él, si quiera,
te lleves mi alma de rosa,
aunque, marchita, me muera.
Y el viento iba perfumando
la tarde de primavera.
2.- ¿QUÉ ES LA ROSA?
¿Y me pides que te diga
qué es la rosa?
¿Cómo quieres
que te diga lo que eres,
si ocultas entre colores,
al igual que hacen las flores,
el néctar de tu esencia primorosa?
¿Cómo quieres
que te diga lo que eres,
si sólo me dejas ver
el manantial de la miel,
y amarga llevo mi vida,
por no poderlo beber?
¿Cómo quieres
que te diga lo que eres,
si de lejos te contemplo,
pues me tienes en desierto
y no libo ni un momento
las flores de tu querer?
No me pidas que te diga
sin besarte, sin amarte,
pues, aunque decir quisiera,
nada, si no te mintiera,
podría decir ya de ti.
Sólo diré que sin ti
ya no sé vivir siquiera.
