+.- JUSTIFICACIÓN.
La Semana Santa, y dentro de ella el
denominado Triduo Pascual, constituye el marco temporal de los acontecimientos más
importantes del año para los cristianos. En ella celebramos diferentes momentos de la vida de
Jesús, que nos afectan de lleno a todos:
·
la entrada de Jesús en Jerusalén, aclamado
por la multitud como Mesías Salvador [DOMINGO DE RAMOS];
·
la Última Cena del Señor con los discípulos,
en la que nos dejó la Eucaristía: su presencia sacramental [JUEVES SANTO],
seguida de la Oración en el Huerto de
los Olivos (Agonía);
·
la Pasión y Muerte del Señor en la Cruz para
la salvación de toda la Humanidad, seguida de su entierro en el Santo Sepulcro,
y la consiguiente Soledad de su Madre,
la Virgen de Las Angustias” [VIERNES SANTO];
·
la Resurrección del Señor [DOMINGO DE PASCUA
Y SU VILIGIA desde el anochecer del Sábado].
De estos acontecimientos he ido haciéndome eco como aficionado a la
poesía y, a la luz del Evangelio, han ido surgiendo estos poemas. Quieren ser homenaje y plegaria al
mismo tiempo al Señor, muerto y resucitado por nosotros, y, a su Madre, la Virgen María.
+++.- DOMINGO DE RAMOS.
— «Id a la aldea de
enfrente; al entrar, encontraréis un borrico atado, que nadie ha montado
todavía. Desatadlo y traedlo. […] Se lo llevaron a Jesús, lo aparejaron con sus
mantos y le ayudaron a montar. Según iba avanzando, la gente alfombraba el
camino con los mantos. Y, cuando se
acercaba ya la bajada del monte de los Olivos, la masa de los discípulos
entusiasmados, se pusieron a alabar a Dios a gritos, por todos los milagros que
habían visto, diciendo:
— «¡Bendito el que viene
como rey, en nombre del Señor! Paz en el cielo y gloria en lo alto.» (Lc 19, 28…)
+*+*.- JUEVES SANTO.
A.- LA ÚLTIMA CENA.
EVANGELIO: Tomad y comed.
El primer día de la fiesta de
los panes sin levadura se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron:
¿Dónde quieres que te `preparemos la cena de pascua? Él contestó: Id a la
ciudad, a casa de Fulano, y decidle: El maestro dice: Se acerca el momento, y
quiero celebrar la cena de pascua en tu casa con mis discípulos. Ellos hicieron
lo que Jesús les había mandado y prepararon la cena de pascua.
[…] Mientras cenaban, Jesús
tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio a los discípulos,
diciendo: Tomad y comed; esto es mi cuerpo.
Tomó luego una copa y, después
de dar gracias, se la dio diciendo:
Bebed todos de ella, porque es mi sangre, la sangre de la alianza, que se
derrama por todos para el perdón de los pecados. Os digo que ya no volveré a
beber del fruto de la vid hasta el día en que lo beba con vosotros, de nuevo,
en el reino de mi Padre.
Y después de cantar los
himnos, salieron hacia el monte de los Olivos.(Mt 26, 17…)
POEMAS:
1.- ENTREGA INFINITA
En medio de la mesa Tú, sentado.
El pan estaba presto. La impaciencia
transformaba tu rostro. La inconsciencia
en tus amigos. Pronto, triturado
tu corazón y abierto tu costado.
Como en lagar, tu sangre: efervescencia
de amor desparramada. Vehemencia
en tu voz: "Esto es mi Cuerpo, entregado
por todos, y en la copa recogida
mi Sangre". Y te quedaste en esta Mesa,
levantada en la reunión de hermanos:
maná para el desierto de la vida,
alas de luz para esta tierra presa,
alivio para todos tus hermanos.
2.- CANTEMOS AL SEÑOR
[Recuerdo del día del
Corpus]
Resuena
en mis oídos desde niño
la
dulce invitación de mis mayores:
“Cantemos
al Amor de los Amores”,
paliemos
sus pesares con cariño.
Al
contemplarte: pan, como el armiño
blanco,
redondo sol sin resplandores,
el
alma se llenaba de colores
y
el corazón saltaba. Hoy constriño
aquellas
efusiones infantiles,
sesudo
por la edad; pero Te adoro
y
Te quiero, mi amor y mi tesoro.
Cristo
Sacramentado, soles miles
no
alumbran como Tú, ni hay alimento
que como Tú nos sirva
de sustento.
B.- ORACIÓN EN GETSEMANÍ
EVANGELIO: Oración en el
Huerto de los Olivos.
Después
salió y fue, como de costumbre, al monte de los Olivos. Sus discípulos lo
siguieron. Al llegar allí les dijo: Orad para que podáis hacer frente a la
prueba. Se alejó de ellos como un tiro de piedra, se arrodilló y estuvo orando así: Padre, si quieres aleja de
mí esta copa de amargura; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Entonces
se le apareció un ángel del cielo, que lo estuvo confortando. Pero de la
angustia, oraba más intensamente, y le entró un sudor que chorreaba hasta el
suelo, como si fueran gotas de sangre. Después de orar, se levantó y fue adonde
estaban sus discípulos. Los encontró dormidos, pues estaban rendidos por la
tristeza. Entonces les dijo: ¿Cómo es que estáis durmiendo? Levantaos y orad,
para que podáis hacer frente a la prueba. (Lc 22, 39...)
POEMAS:
1.- NOCHE EN GETSEMANI.
Todo
el pavor anclado en los olivos
del
huerto tantas veces visitado
se
lanza sobre ti, cual desbocado
corcel
de viejos miedos redivivos.
Solo
te dejan, del sopor cautivos,
tus
amigos y tú te has enfrentado
al
cáliz del dolor profetizado
a
pecho descubierto. Pensativos
los
ángeles te auxilian con premura,
paliando
a duras penas tu amargura.
En esta
amarga hora desolada
yo quisiera también estar contigo
y aunque
por pobre no te aporte nada
te
ofreceré, Señor, mi hombro amigo.
2.- AL OLIVO DE LA AGONÍA DE
JESÚS.
Viejo
olivo, sereno y silencioso,
que
en medio de la noche estremecido
estás
sintiendo de dolor transido
el
cuerpo del Mesías, tembloroso.
Sobre
tu tronco áspero y rugoso
reposa
su cabeza, y su gemido,
hondo
como plegaria, me ha dolido
como
hachazo de muerte pavoroso.
Con
tus ramas debieras protegerle,
batidas
en la noche como espadas,
contra
aquellos que vienen a prenderle.
Al
menos con el óleo de tu entraña
mitiga
sus dolores y sus llagas,
y
sécale el sudor con que te baña.
Nada
puedo hacer yo, pero quisiera
estar
con él, aunque con él muriera.
+*+*+.- VIERNES SANTO.
EVANGELIO: La muerte de Jesús.
Cuando
llegaron al lugar llamado La Calavera, crucificaron allí a Jesús y también a
los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús decía: Padre,
perdónalos, porque no saben lo que hacen.
Después
se repartieron sus vestiduras echándolas
a suertes. El pueblo estaba allí mirando: La autoridades, por su parte, se
burlaban de Jesús y comentaban: A otros ha salvado, ¡qué se salve a sí mismo, si es el Mesías de Dios, el elegido!
También
los soldados le escarnecían. Se acercaban a él para darle vinagre, y decían: Si
tú eres el rey de los judíos, sálvate a ti mismo.
Habían
puesto sobre su cabeza una inscripción, que decía: “Éste es el rey de los
judíos”. […] Hacia
el mediodía las tinieblas cubrieron toda la región hasta las tres de la tarde.
El sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por medio. Entonces Jesús
lanzó un grito y dijo: Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu.
Y dicho esto, expiró.
El centurión, viendo lo sucedido, alababa a Dios diciendo: Verdaderamente este
hombre era justo. (Lc 23, 33-48)
POEMAS:
1.- CRUCIFICADO.
Cosido
está a la cruz y traspasado.
En
cera está su carne convertida.
La
muerte le ha ganado la partida,
certera
como dardo envenenado.
La
locura de amor le ha trastornado
hasta
tal punto que entregó su vida,
por
rescatar la humanidad perdida,
hundida
en los abismos del pecado.
Espesa
está la tarde de negrura,
el
viento se ha parado de repente,
mientras
la muerte campa impunemente.
La
noche borra toda la hermosura;
pero
yo sé que tornará la aurora
y
Él volverá a la vida a prima hora.
EVANGELIO: Mirarán al que traspasaron:
Como era el día de la
preparación de las fiesta de pascua, los judíos no querían que los cuerpos
quedaran en la cruz aquel sábado, ya que
aquel día se celebraba una fiesta muy solemne. Por eso pidieron a Pilato que ordenara
romper las piernas a los crucificados y que los quitaran de la cruz.
Los soldados rompieron las
piernas a los que habían sido crucificados con Jesús. Cuando se acercaron a
Jesús, se dieron cuenta de que ya había muerto; por eso no le rompieron las
piernas. Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza y, al
instante, brotó de su costado sangre y agua.(Jn 19, 31…)
2.- LA LANZADA.
Con
fríos labios la romana lanza,
más
allá de la muerte, te ha besado,
y al instante, abierto tu costado,
y al instante, abierto tu costado,
el
agua con la sangre nos alcanza.
Divina
mezcla, en misteriosa alianza,
que
restaña las heridas del pasado;
parto
feliz de un pueblo renovado,
que
marcha hacia horizontes de esperanza.
Yo
quisiera – Señor - meter mi mano
en
esa fuente de tu pecho abierto,
y
así poder gritar, enardecido,
¡Señor
mío y Dios mío!, con acierto.
Luego
podré saber si, en el humano
caminar
de mi vida, tú has vencido.
EVANGELIO: Mujer: ahí tienes
a tu hijo.
“Junto a la cruz de Jesús
estaban su madre…
Jesús, al ver a su madre y
junto a ella al discípulo
A quien tanto quería, dijo a
su madre: Mujer: ahí tienes a tu hijo.
Después, dijo al discípulo: Ahí tienes a tu
Madre.” (Jn 19,25-27).
POEMA:
DOLOROSA.
La
mar hecha dolor está en tus ojos,
inundando
tu cara dolorida.
Tu
alma hecha pedazos, pero erguida,
contempla
de tu Hijo los despojos.
Cosido
está a la cruz. Un río de rojos
rubíes
a borbotones cada herida
derrama
hasta la tierra estremecida,
tiñendo
del camino los abrojos.
El
dulce parto de la humilde cueva
se
ha tornado en desgarro y agonía;
pero
esta vez, también, Virgen María,
has
dado a luz una criatura nueva:
la
Iglesia, que contigo se encamina
a
la casa del Padre, peregrina.
+*+*+*.- RESURRECCIÓN DEL
SEÑOR.
A.- 1er.- DOMINGO DE PASCUA:
EVANGELIO:
Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al
sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más
rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Se inclinó y vio las vendas en
el suelo; pero no entró. Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el
sepulcro y ve las vendas en el suelo y el sudario que cubrió su cabeza, no
junto a las vendas, sino plegado en un lugar aparte. Entonces entró también el
otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó, pues
hasta entonces no habían comprendido que según la Escritura Jesús debía
resucitar de entre los muertos. (Jn
20,3-8)
B.- 2º DOMINGO DE PASCUA: LO
RECONOCIERON AL PARTIR EL PAN.
EVANGELIO:
Aquel mismo día iban dos ellos a un pueblo llamado Emaús, que
dista de Jerusalén unos once kilómetros. Iban hablando de todos estos sucesos.
Mientras hablaban y se hacían preguntas, Jesús en persona se acercó y se puso a
caminar con ellos. Pero sus ojos estaban ofuscados y no eran capaces de
reconocerlo. […] Al llegar a loa aldea
donde iban, Jesús hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos le insistieron
diciendo: Quédate con nosotros, porque es tarde y está anocheciendo.
Y entró para quedarse con
ellos. Cuando estaba sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, lo bendijo, lo
partió y se lo dio. Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero
Jesús desapareció de su lado. (Lc,
24, 13-35)
POEMA:
RESUCITADO.
No
son capaces de reconocerte
mis
ojos porque estás resucitado.
Cristo
glorioso; en neuma transformado;
salido
victorioso de la muerte.
Mas
te siento cercano; puedo verte
más allá de mis ojos. Tu costado
abierto
me cobija. Enamorado,
quisiera
ya morirme por tenerte.
¡Cómo
enciende mi pecho tu palabra,
cuando,
quedo, me hablas al oído
mientras
voy caminando por la tarde!
Haz
que siempre, Señor, mi puerta te abra,
y
que en la mesa de tu pan partido
pueda
saciar mi corazón, que arde.