Pentecostés. J. B. Maíno (Museo del Prado, Madrid)
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(Pentecostés de 2016)
Espíritu de
Dios, que te cernías
vital sobre
las aguas primordiales,y así brotó la vida, que a raudales
puebla la tierra en miles sinfonías.
Espíritu de Dios, que repartías
tus siete dones a los que leales
siguieron a Jesús, tan desiguales,
haciéndolos testigos del Mesías.
Hoy como ayer el mundo necesita
que sobre él derrames a raudales
los dones de tu amor y paz bendita,
pues sin ellos nos cercan tantos males,
que apenas nos miramos los humanos.
Así nos amaremos como hermanos.
"Y el Espíritu de Dios se cernía (aleteaba) sobre las aguas" (Gn 1,2) |