ALAS
DE ENSUEÑO
Cual
pájaro en la noche, como un sueño,
fugaz
como figura de quimera,
a
grito sofocado va mi espera
donde
no hay asideros, sino ensueño.
Vuelo
sin rumbo, errante, en loco empeño
de
vislumbrar tus huellas por doquiera;
llevo
heridas las alas; ni siquiera
encuentro
un eco: soledad sin dueño.
Dime,
Señor, que estás a ras de suelo,
en
medio de mi noche, pues tu ausencia
como
un puñal se me clava en el alma.
Dime
que tu presencia está en la calma
de
la brisa suave, y me consuelo,
y
dejo en la cuneta mi impaciencia.