NOSTALGIA DEL EDÉN
Hoy miro en derredor: niebla a la lejos,
desierto
de palabras, que no brotan,
sólo
leves suspiros, que denotan
la
inmensa soledad de los espejos.
De
la vida que fue sólo reflejos
quedan
en la retina, que denotan
que
en el inmenso mar ya sólo flotan
ingrávidos
fantasmas incomplejos.
¿Será
que todo aboca a la deriva,
que vivimos tan sólo en la quimera,
y nada hay que esperar, pues no hay espera?
Yo no lo sé; pero al Creador le pido,
con
el alma y el ser en carne viva,
que vuelva el Paraíso ya perdido.