[Valle del Darro - Granada] |
TARDE DE ESTÍO
Pasan
las horas del cálido estío
lentas
como una nave a la deriva,
que
el astro rey caldea desde arriba,
y la
brisa no sube desde el río.
Sólo un águila vuela, en desafío
a
la tórrida tarde, combativa,
retando
al cielo como alada diva,
en
alarde de grácil señorío.
Todo duerme al sopor de la calima,
mientras
suena el reloj de la Abadía,
que
señala las horas lentamente.
Con el son de tan simple melodía
el
valle se despierta renuente,
y en espera del fresco se reanima.