ÉXTASIS
Con lento caminar pasa la tarde
desplegando sus tonos vespertinos;la guía el sol, que dora los caminos,
sin que nada ni nadie lo retarde.
Un halcón va trazando, en suave alarde
de ingrávida destreza, remolinos
etéreos por encima de los pinos
mientras, herido, el horizonte arde.
El alma se me escapa en raudo vuelo
y pronto se encarama hasta una altura
desde donde contempla el mismo cielo
en donde Dios habita con sus santos.
Y en un sublime gesto de locura
a ellos se une en celestiales cantos.